Nivel de conciencia
Valoración de la respuesta motora
Valorar el reflejo pupilar
Accidente cerebrovascular
El ataque cerebral se cuando un vaso anguíneo que transporta sangre y oxígeno al cerebro se bloquea o se rompe, cuando esto sucede las células del cerebro no reciben la sangre que necesitan.
La disminución del flujo sanguíneo al cerebro por la obstrucción brusca de una arteria provoca
la aparición de síntomas neurológicos asociados a la falta de oxigeno. Si la circulación se restablece
rápidamente, las funciones cerebrales se recuperan y los síntomas tendrán una carácter transitorio,
habitualmente minutos; si por el contrario la obstrucción se prolonga, se desencadenan los procesos
irreversibles del infarto cerebral.
Para resumir, se denomina isquemia a la falta de oxígeno y nutrientes en las células cerebrales
cuando no existe un flujo adecuado de sangre que, de mantenerse en el tiempo, conduce finalmente
a un infarto, es decir a la muerte de células cerebrales.
Cuando se interrumpe el flujo de sangre al cerebro, algunas células cerebrales mueren inmediatamente,
mientras que otras permanecen en riesgo de morir. Estas células dañadas pero aún recuperables,
constituyen la penumbra isquémica y pueden permanecer en este estado por varias
horas. Con tratamiento oportuno, estas células pueden salvarse.
En caso que la arteria se rompa, la sangre invade el tejido cerebral y genera una hemorragia
cerebral, cuadro conocido como accidente cerebrovascular hemorrágico. En este caso el cerebro también
sufre la falta de oxígeno ya que la arteria dañada no lo aportará.
Los coágulos de sangre son la causa más frecuente de obstrucción arterial y de infarto cerebral.
El proceso de coagulación es necesario y beneficioso en todo el organismo, debido a que detiene
las hemorragias y permite reparar las áreas dañadas de las arterias o de las venas. Sin embargo,
cuando los coágulos de sangre se forman en el lugar incorrecto dentro de una arteria cerebral, ocasionan
una lesión devastadora al interferir con el flujo normal de sangre.
Efectos más comunes de los ataques cerebrales
Evaluación del ataque cerebral
Clasificación del ataque cerebral
Ataque isquémico transitorio
Accidente cerebrovascular isquémico
El accidente cerebrovascular isquémico ocurre cuando se interrumpe la llegada de sangre al
cerebro. La sangre lleva oxígeno y nutrientes a las células cerebrales, si no puede fluir a una parte del
cerebro, las células pueden empezar a morir. Si las células solo resultan dañadas parcialmente pueden
mejorar, pero las que mueren no pueden volver a la vida. Es por eso que alguien que haya tenido
un ataque cerebral puede tener problemas para moverse, hablar o caminar.

Los infartos por coágulos o émbolos provenientes del corazón generalmente son lesiones
más grandes y casi siempre dan síntomas. Existen múltiples afecciones cardíacas que favorecen la
formación de estos coágulos, como los trastornos del ritmo del corazón (fundamentalmente la fibrilación
auricular), el haber tenido un infarto cardíaco, que el corazón no se contraiga en forma
uniforme o este agrandado (miocardiopatía dilatada), las patologías de las válvulas cardíacas o la presencia
de comunicaciones anormales entre las cavidades cardíacas, como el foramen oval
permeable.
Accidente cerebrovascular hemorrágico
Un accidente cerebrovascular hemorrágico o “derrame cerebral” ocurre cuando una arteria
dentro del cráneo se rompe; solamente el 15% de los ACV son hemorrágicos.
Para entender como un sangrado afecta el cerebro hay que tener en cuenta que en el adulto, la
cavidad craneana se comporta como una caja no extensible (continente rígido) por lo que cualquier
situación que aumente el contenido intracraneal (sangre o edema cerebral cuando la injuria
isquémica es extensa) producirá un aumento de la presión dentro de la cavidad, situación denominada
hipertensión endocraneana.
Hay dos tipos principales de accidente cerebrovascular hemorrágico: la hemorragia intracerebral
y la hemorragia subaracnoidea.
Hemorragia intracerebral
Hemorragia subaracnoidea
Algoritmo para el presunto ataque cerebral
Diagnostico de EVC
Es muy importante diagnosticar el ataque mientras esta ocurriendo, pues el tratamiento del ataque cerebral depende del tipo, y en algunos casos, de la ubicación de la lesión en el cerebro.
- Dificultades para mover una mitad del cuerpo (brazo y pierna del mismo lado)
- Disminución de la sensibilidad en una mitad del cuerpo (brazo y pierna del mismo lado). Se
puede presentar como disminución del tacto o de la sensación al dolor, o como sensaciones
anormales (parestesias) como hormigueo o adormecimiento, similar a cuando uno le colocan
anestesia para sacar una muela.
- Problemas para hablar, ya sea dificultades para emitir la palabra, que no se entienda lo que
dice o que hable normalmente pero su pronunciación no sea adecuada. En otros casos el paciente
no comprende cuando se le habla o se le pide que cumpla ordenes simples (cerrar los
ojos, apretar la mano, etc.), esto puede causar excitación o confusión dada la ansiedad que
puede sentir la persona al percibir sus dificultades para comunicarse.
- Trastornos visuales, que pueden manifestarse como disminución de la visión en un solo ojo,
generalmente como un telón que baja e impide la visión. Otras veces el problema puede estar
en ambos ojos y el paciente no ver hacia un lado u otro del campo visual, o ver doble (diplopía).
Pocas veces la pérdida de la visión es total y el enfermo estar ciego.
- Inestabilidad o falta de equilibrio al caminar o moverse sin que haya pérdida de fuerza de
las piernas.
- Mareos, que es sensación de que las cosas oscilan, o vértigos, cuando la sensación es que
las cosas o el paciente giran, lo que puede ocasionar caídas.
- Dolor de cabeza, que puede ser de intensidad leve a moderada. Esto puede verse en pacientes
con infarto cerebral extenso o sangrado cerebral (hematoma). Otras veces el dolor es
muy intenso (el peor de su vida o como que “se rompe algo en la cabeza”), puede aparecer
luego de un esfuerzo físico y ser secundario a la ruptura de una arteria con volcado de sangre
en el espacio meníngeo (hemorragia subaracnoidea).
- Mala coordinación para realizar algunas tareas, como por ejemplo tomar un objeto; este
síntoma se denomina técnicamente ataxia
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